PANORAMICA GENERAL DE LOS MOVIMIENTOS MESIANICO JUDIO Y EL MOVIMIENTO MESIANICO DE ISRAEL
La Iglesia
El judaísmo mesiánico considera a la iglesia como una entidad separada y predominantemente “gentil”, un pueblo aparte del pueblo de Israel (es decir, los judíos). Ambos forman el cuerpo, pero permanecen como algo distinto y separado que, de hecho, se reúnen en este lado del cielo. Lo mejor que podemos esperar, en realidad, es la tolerancia y la comprensión, no la unidad absoluta como pueda ser celebrar reuniones en común.
El Israel mesiánico no reconoce a la iglesia como una entidad aparte del pueblo del pacto, Israel. Según el Israel mesiánico, no existe lo que se ha venido llamando “la iglesia”, sino más bien la ekklessia del Israel del Nuevo Pacto, que está formada por judíos salvos, por israelitas salvos (el remanente de las 10 tribus) juntamente con los que no son israelitas, todos los cuales forman la ekklessia de Yahshúa, que es una ahora y para siempre.
Los Creyentes Gentiles
El judaísmo mesiánico considera a los gentiles salvos como personas que no son israelitas, que no tienen sangre israelita ni mucho menos, pero que pueden reclamar, de manera legítima, ser descendientes físicos del patriarca Abraham, de Isaac y Jacob. Ellos creen que cualquier “gentil” nacido de nuevo, que afirma ser descendiente físico de los patriarcas, o bien tiene algo de sangre judía de sus antepasados o sencillamente siente el deseo de ser judío y, por ello, participa en ese engaño. Tiene en cuenta el concepto de que cualquier creyente salvo, que no es judío, podría ser un israelita no judío, que está perdido, pero eso no son más que tonterías.
El Israel mesiánico está convencido de que la mayoría de los seguidores de Yahshúa, que no son judíos, son efraimitas, es decir, los que fueron dispersados entre las naciones gentiles, comenzando en el año 721 a. de M. Eran los Lo Ami mencionados por Oseas, que no eran un pueblo, pero que en la actualidad han sido restaurados como personas, tal y como prometieron los profetas, por medio del Mashiaj de Israel. Estos “gentiles” de los últimos días han sido lavados y despertados a su herencia israelita por el Mashiaj Yahshúa, en cumplimiento de muchas promesas. Su reconocimiento de su propia identidad como semilla de Efraín y su unión con el Israel judío, es una necesidad para que todo Israel sea salvo y para que el reino le sea restaurado a Israel.
La Salvación
El judaísmo mesiánico considera la reunificación, la identificación y el derecho de los creyentes que no son judíos como la otra Casa de Israel como una herejía. Consideran el concepto de las dos casas como una sola entidad conocida como Israel, el ser salvación por ADN o salvación por la línea sanguínea de la persona, en lugar de por gracia por medio de la fe. Acusa falsamente a los defensores de las dos casas de enseñar que la salvación es solo para los israelitas y no para los que no lo son. Consideran la sangre de Yahshúa como el medio por el cual El salva a cualquier persona que viene a El, pero excluye la realidad de los israelitas que fueron dispersados (los efraimitas pertenecientes a las 10 tribus) como salva cuando la salvación es para el judío, pero también para el gentil.
El Israel mesiánico considera el don de la salvación como un don gratuito para cualquier persona. Habiendo dicho que el Israel mesiánico enseña, de hecho, que la semilla de Efraín ha cumplido la promesa de la multiplicidad física dada a los patriarcas y considera la reunificación de los “gentiles” de los últimos días como algo que está formado principalmente por israelitas perdidos. Opinan que la sangre de Yahshúa es poder para salvación de todo ser humano, incluyendo a las 12 tribus que están dispersas por todo el mundo. La salvación es para el judío, para el israelita perdido y para el que no lo es.
La Comunidad de Israel
El judaísmo mesiánico considera a esta comunidad como los judíos mesiánicos más “la iglesia” que forman dicha Comunidad. Dentro de la Comunidad de Israel, el judaísmo mesiánico separa a los judíos y a los que no lo son como entidades separadas, a pesar de afirmaciones acerca de todo lo contrario. Tienen dos niveles diferentes para los creyentes de la “iglesia” y los del movimiento judío mesiánico. La Toráh es un privilegio y un peso que sólo pueden llevar los judíos mesiánicos y sólo ellos pueden participar en ella, pero los “gentiles” no pueden hacerlo y no deben de poner en práctica la Toráh, aparte de o bien los requisitos del Concilio de Jerusalén, según Hechos 15, o las leyes rabínicas de Noe, ideadas por hombres.
El Israel mesiánico cree que todos en la Comunidad de Israel, que fueron comprados por la sangre de Yahshúa, son israelitas, con todos los privilegios de dicha ciudadanía. Cree que la identidad del creyente como Israel reemplaza a cualquier identidad como judío, un “gentil”, hombre o mujer, esclavo, libre, etc. etc. Todos los miembros del cuerpo son israelitas, ya sea gracias al nacimiento físico (las dos casas) o por haber sido injertados (los Gerim), por lo tanto se crea una sola nación santa, perteneciente al pacto, llamada el Israel del Nuevo Pacto o el cuerpo de Yahshúa. Estos israelitas son al mismo tiempo israelitas, desde el punto de vista físico y desde el espiritual, puesto que todos los discípulos son seres físicos, que han recibido el Ruaj HaKodesh. Todos los israelitas no sólo pueden cumplir las obligaciones de la Toráh, sino que se les exige que lo hagan, sin establecer diferencia alguna entre el creyente israelita judío y el creyente israelita que no es judío.
El Israel Espiritual versus el Israel Físico
El judaísmo mesiánico considera que los creyentes judíos son el Israel físico y que los creyentes “gentiles”, que no son judíos, son el Israel espiritual. Se supone que estas dos entidades son Israel, creando, por lo tanto, a dos esposas. La preocupación principal del judaísmo mesiánico es que el Israel espiritual “es decir, la Iglesia” no reemplaza ni anula las promesas que le fueron hechas al Israel físico “es decir, los judíos”. Si bien, por una parte, se dedican a luchar con ahínco en contra de la teología del reemplazo, lo que hacen es perpetuar su supervivencia al reconocer a los creyentes no judíos como una especie de Israel espiritual. Por lo tanto, el judaísmo mesiánico difunde la guerra entre estos dos demandantes al título de Israel, en el que uno o el otro pueden exigir superioridad o mas una condición de escogidos por encima de y a expensas del otro.
El Israel mesiánico está convencido de que no existen dos esposas del Mashiaj, sino de hecho una sola. Esta esposa se llama Israel y está compuesta por aquellos que rescató de las naciones entre las 12 tribus. Por lo tanto, la Casa de Judáh y la Casa de Israel juntamente con los que no son israelitas, son todo Israel. Puesto que todos estos creyentes, sea cual fuere su trasfondo, son físicos y a fin de ser aceptados y complacer al Padre deben todos ellos ser espiritualmente conscientes o regenerados por el Ruaj, esta única nación es al mismo tiempo el Israel físico y el Israel espiritual. Puesto que éste es el caso, no hay necesidad de una entidad separada que afirme ser el Israel espiritual, es decir “la iglesia”, eliminando, de ese modo, la competencia y la real batalla que viene teniendo lugar desde hace 2.000 años, sobre qué entidad es realmente el auténtico Israel.
Las Distinciones Raciales
El judaísmo mesiánico al mismo tiempo que afirma que no existen distinciones raciales en el cuerpo de Yahshúa, en realidad practica su fe de una manera bastante diferente. Los judíos y los “gentiles” no sólo son dos grupos de personas muy diferentes, sino que son idénticos como tales. Términos como creyente judío o creyente “gentil” son terminología común, enfatizando de ese modo la diferencia nacional y étnica entre los hermanos. El judaísmo mesiánico se niega a considerar a los efraimitas que regresan como hermanos que hace mucho que se perdieron, que han estado mezclados entre las naciones. Esto da como resultado la creación de sinagogas judías e “iglesias gentiles”.
El Israel mesiánico está convencido de que cuando los miembros del cuerpo se dan cuenta de que todos ellos han sido hechos ciudadanos de la Comunidad del Israel de Yahweh, el origen racional de la persona pierde su importancia. El Israel mesiánico considera a todos los creyentes como israelitas redimidos, que han sido rescatados de las naciones y no se centra en los títulos de menor importancia, como puedan ser judío, gentil, hombre o mujer, esclavo o libre. Como semilla de Abraham, esta nación es un sacerdocio santo y una nación especial como Israel. Por lo tanto el punto central es restaurar el Reino a todo Israel, en lugar de salvar la distancia que existe entre las dos entidades separadas conocidas equivocadamente como el Israel físico y el Israel espiritual. ¡Este concepto del Israel físico y el Israel espiritual es obra de la carne, es fruto de la imaginación religiosa, algo que no se encuentra en ninguna parte en las Escrituras, puesto que todos los hermanos son congéneres israelitas, sea cual sea su descendencia familiar!
La Obediencia a la Toráh
El judaísmo mesiánico considera esto como algo totalmente opcional para los creyentes que no son judíos y deja la obediencia a la Toráh a la conciencia individual. No reconoce el hecho de que los “gentiles” de los últimos días, a los que se llama “melo hagoyim” o la plenitud de las naciones, proceden de la semilla física de Efraim. Este rechazo de los “melo hagoyim” como israelitas legítimos ha mantenido erigida la pared alrededor de la Toráh por parte de los judíos desde hace muchos años. Se ha erigido una pared alrededor de la Toráh para mantener alejados a los que no son judíos y a los judíos observantes dentro, protegidos para que no se alejen. Considera el que los creyentes “gentiles” cumplan la Toráh como confusión y legalismo.
El Israel mesiánico considera a la mayoría de los que no son judíos, pero que son salvos, como la simiente prometida de Efraín, de que en los últimos días formaría la plenitud o la mayoría de los que no son judíos en el mundo. Por lo tanto, cuando Yahshúa rescata al creyente que no es judío de entre las naciones, ese creyente no sólo tiene el privilegio de obedecer a la Toráh, sino, además, un mandato divino. Puesto que el Israel mesiánico considera a todos los creyentes como el Israel del Nuevo Pacto (no como los que reemplazan al Israel del primer pacto, sino sencillamente como un pueblo de Israel renovado y fortalecido) se anima a todos los israelitas a unirse a sus hermanos judíos en guardar la Toráh pudiendo, de ese modo, eliminar la muralla que ha sido erigida alrededor por el judaísmo tradicional. Teniendo en cuenta que los efraimitas siguen la pista a sus antepasados hasta Jacob/Israel, por medio de Jacob, el hijo Yosef, creen con razón que sus antepasados estuvieron al pie del Monte Sinaí recibiendo la Toráh, de la misma manera que los antepasados del Israel judío y, por lo tanto, todos los hijos de Israel disfrutan las bendiciones de la obediencia a la Toráh, no habiendo distinción alguna entre el cumplimiento de la Toráh por parte de los judíos y de los que no lo son.
El Olivo
El judaísmo mesiánico cree que el olivo de Romanos 11 es el judío y el “gentil” o las ramas naturales y las salvajes, usando la definición de la iglesia cristiana en relación con el olivo.
El Israel mesiánico cree que el olivo son las dos casas de Israel, mientras que las ramas del OLIVO natural son judías y las ramas del OLIVO salvaje son los israelitas que no son judíos o efraimitas, usando la definición del profeta Jeremías para referirse al olivo de Israel.
La Restauración del Reino a Israel
El judaísmo mesiánico cree que este acontecimiento pertenece al pasado y que tuvo lugar o bien en los tiempos del Rey Josías o en el momento del regreso del Israel judío de Babilonia. Está convencido de que los dos palos de Ezequiel se unieron, tal y como había sido profetizado en aquel entonces y que, por lo tanto, niegan la necesidad de una futura restauración de ambas casas de Israel. Cree que la reunión ya ha tenido lugar y que los que afirman lo contrario sencillamente se han perdido la reunión.
El Israel mesiánico piensa que las restauraciones no se han cumplido debido a que están pendientes ciertos temas que son clave. ¡Primero, los discípulos le preguntaron a Yahshúa cuando sucedería dicho acontecimiento, 586 años después de que se supone que tuvo lugar la reunión! De haber sido la restauración un suceso pasado, los discípulos no le hubiesen hecho la pregunta al Mashiaj Yahshúa como si hubiera sido algo aún futuro. Por lo tanto, está claro que los discípulos del Nuevo Pacto de Yahshúa todavía estaban esperando con anhelo la reunificación de ambas casas. ¡El Israel mesiánico cree que según Ezequiel 37, la reunión se verá realzada por un retorno completo a la tierra de Israel, no por los regresos parciales a los que se refiere el judaísmo mesiánico! El Israel mesiánico cree que cuando tenga lugar este regreso total, existirá una perfección sin pecado y que no existirá la idolatría en ninguno de los dos palos ni ninguna de las dos casas. Es perfectamente evidente que no ha regresado toda la nación a la tierra y sigue existiendo la perversión masiva en ambas casas, en lo que se refiere a sus sistemas de creencias, como pueda ser el hecho de que Efraín celebre las fiestas paganas y el Shabbat en domingo y el amor que siente Judá por la sabiduría Babilónica, sus escritos y costumbres. De acuerdo a los mismos pasajes de Ezequiel 37, gobernará un Rey sobre ambas casas. El Israel judío, que no es salvo, se encuentra aún en mayoría y siguen adoptando una postura de orgullo, negándose a permitir que gobierne Yahshúa, el bendito Hijo de Yahweh sobre sus asuntos. Por lo tanto, el Israel mesiánico cree que la plenitud de esta reunión, que ha sido prometida en las Escrituras, no ha sucedido nunca totalmente.
La Teología del Reemplazo
El judaísmo mesiánico la detesta y hace todo cuanto puede por librar de esta doctrina de demonios a sus círculos teológicos. Pero resulta trágico e irónico que la difunda por causa de sus malas interpretaciones en relación con la iglesia, como un ente espiritual israelita distinto y separado.
El Israel mesiánico cree que el cuerpo del Israel del Nuevo Pacto es tanto físico como espiritual eliminando, por ello, la paja teológica que el hombre ha creado por medio de la religión llamada iglesia. Una vez que una de las dos esposas que compiten sea reconocida como una cosa demoníaca, fruto de la creación del hombre de paja, entonces nos quedamos con una sola esposa conocida como la Comunidad de Israel, donde no existen distinciones de raza ni de nacionalidad. Así que, mientras también odian la teología del reemplazo, al Israel mesiánico le ha sido dada la comprensión y la interpretación teológica correcta para eliminar al hombre de paja teológico.
Shabbat y Moadim
El judaísmo mesiánico se ha comprometido a guardar el Shabbat del séptimo día, Rosh Jodesh (las Lunas Nuevas) así como a celebrar las fiestas de Yahweh.
El Israel Mesiánico también se ha comprometido a guardar el Shabbat del séptimo día, Rosh Jodesh (las Lunas Nuevas) así como las Fiestas de Yahweh y todos los que lo hagan serán considerados como israelitas, no como “gentiles” salvos.
Las Diez Tribus
El judaísmo mesiánico cree que las diez tribus dejaron de ser una nación reconocible y fueron, como personas, absorbidas por el Israel judío identificable. El judaísmo mesiánico cree, por lo tanto, que el pueblo judío actual son la nación reunida y reconstituida, de manera visible, de Israel, compuesta por la reagrupación de las 12 tribus. A estas 12 tribus se las conoce hoy estrictamente y sólo como judíos, eliminando la necesidad de una futura y más numerosa reagrupación de la Casa de Israel.
El Israel mesiánico cree que la nación de Israel sigue estando ciega y que la ceguera se encuentra en las dos casas separadas, como se encontró Yahshúa mismo cuando ambas casas tropezaron a causa del hecho de que El es el Mashiaj. El Israel mesiánico cree que las Escrituras están claras en cuanto a que el castigo de Efraín (las 10 tribus) era que fuesen absorbidos y se volviesen una sola carne con las naciones paganas del mundo, fuera de la tierra de Israel. Por lo tanto, a fin de encontrarlos, Yahshúa ha estado salvando a las naciones gentiles, buscando a estas personas que pertenecen a las ovejas perdidas, que componen la nación de la Casa de Israel. A fin de poder localizarlas sería preciso predicar el evangelio a todo el mundo entero de naciones que no eran judías. El Israel mesiánico no cree que las Escrituras prometiesen jamás que las 10 tribus serían absorbidas por el Israel judío, sino más bien que serían esparcidas y quedarían ocultas entre las naciones paganas de los gentiles, solamente para ser rescatadas por el Mashiaj en los últimos días de esta era.
El Tabernáculo de David
El judaísmo mesiánico cree que el Tabernáculo de David no es mas que el pueblo judío y, por lo tanto, para que se produzca la reconciliación bíblica en los últimos días, es preciso realizar esfuerzos para reconciliar a los judíos y a “la iglesia” o por decirlo de otro modo, traer a “la iglesia” de nuevo a sus raíces judías. El judaísmo mesiánico participa de manera muy activa en restaurar la relación rota entre estos dos Israeles separados o las dos esposas separadas de Yahweh.
El Israel mesiánico cree que el Tabernáculo de David, por su definición histórica y bíblica, debe parecerse y ser una réplica exacta del pueblo de Israel, sobre el cual reinó David y sobre el cual estableció David su tabernáculo. Por lo tanto, por definición, el Israel mesiánico participa activamente en restaurar esa relación rota entre las dos casas de Israel o las dos familias escogidas, que harán posible que sea restaurado el Reino a Israel. El Israel mesiánico cree que la restauración entre hermanos es bíblica y cree que el restaurar al Israel del Nuevo Pacto a “la iglesia” es contrario a las Escrituras y pura ficción, especialmente a la luz de la entrega de las llamadas “iglesias” al antinomianismo.
La Ordenación de los Dirigentes
El judaísmo mesiánico (MJAA-IAMCS) solamente ordenará a un rabino al que se considere judío, como Rabino mesiánico. Sin embargo, la UMJC-AMB reconocerá y ordenará a quien no sea judío como rabino mesiánico.
El Israel mesiánico ordena y reconoce que un rabino mesiánico puede proceder de cualquiera de las dos Casas de Israel y que, por ello, un hombre que no sea judío también puede ser llamado a ser rabino en una congregación mesiánica, puesto que lo más seguro es que sea un israelita, desde el punto de vista físico, procedente de la parte no judía de la familia israelita o que se convierta en israelita como Ger.
Membrecía
El judaísmo mesiánico (MJAA) solamente concede plena membresía con privilegios como el votar a los judíos mesiánicos. Se invita a los que no son judíos o son creyentes “gentiles” a que se hagan miembros asociados. Sin embargo, se permite a los miembros asociados dar diezmos y donar a los fondos, como cualquier miembro judío con todos sus derechos. La MJAA niega que esta política sea racista, considerándola más bien como una protección al carácter judío del movimiento. La UMJC permite a todos los creyentes tener una membresía absoluta.
El Israel mesiánico considera su membresía abierta y total para cualquiera cuya sangre haya sido lavada y cree que las membresías asociadas son discriminatorias y una herejía. La postura del Israel mesiánico es que si la persona es suficientemente buena como para formar parte de la asamblea de Yahshúa, debiera ser suficientemente buena como para ser miembro total de cualquier organización que afirme representarle.
El Nombre Sagrado
El judaísmo mesiánico considera el pronunciar YHVH como Yahwéh o Yahweh como algo no decisivo e imposible de entender. Cree, además, que el uso común o la mera pronunciación del Nombre es una violación descarada del mandamiento de no usar el nombre en vano. Tienden a interpretar la frase “en vano” como algo que significa uso común diario. El judaísmo mesiánico se siente ofendido por aquellos que lo usan en sus círculos al mismo tiempo que hacen todo lo posible por disuadir el usar el Nombre Sagrado, prefiriendo en lugar de ello usar HaShem, que significa “el Nombre”.
Las congregaciones y ministerios del Israel mesiánico tienden a ser mas abiertas en su uso. Aunque pueden variar las pronunciaciones de persona a persona, existe un consenso general, en el sentido de que si Yahwéh está restaurando todas las cosas en y en relación con Israel, también debe de ser Su deseo restaurar Su Nombre eterno, redentor y en recuerdo del pacto. El Israel mesiánico cree, en gran parte, que cualquier esfuerzo por restaurar todas las cosas, acerca de lo cual hablaron los profetas de Israel al pueblo, sin restaurar el Nombre eterno, de eterna memoria, del Padre, haría que el movimiento se quedase corto en sus objetivos y visiones. El uso del Nombre Sagrado es frecuente en todo el Israel mesiánico y los que no lo usan no se sienten ofendidos por los que lo hacen.
Los Dones de Señales Carismáticas
El judaísmo mesiánico tiene una mezcla de aquellos que creen y los que no creen en los dones de las señales y en su perpetuidad. Las actitudes y las doctrinas varían.
El Israel mesiánico tiene una mezcla de aquellos que creen y los que no creen que las señales son dones y en su perpetuidad y las actitudes y doctrinas varían.
Las Conversiones
El judaísmo mesiánico cree que los que no son judíos deben de convertirse a fin de unirse a Israel y este proceso sigue diferentes modos y maneras. Esta práctica es, en el fondo, debida al rechazo, por parte del judaísmo mesiánico, de la realidad histórica de que los israelitas que no son judíos han sido redimidos por la sangre de Yahshúa. Creen equivocadamente que el pueblo judío actual son todos los israelitas que existen hoy en día y, por lo tanto, es preciso que uno se haga judío por medio de la conversión para convertirse en israelita si no ha nacido judío. Se ha discutido mucho y han surgido muchas controversias respecto a qué niveles de conversión deben ser aceptadas, yendo desde el Beit Din Mesiánico, hasta la opinión de que lo válido son las normas establecidas por el tradicional judaísmo ortodoxo. Esta manera de entenderlo es el resultado de haber mal entendido la supervivencia y preservación de la otra Casa de Israel como y entre los "gentiles" de los últimos días.
El Israel mesiánico considera todas las conversiones con escepticismo y desprecio. Para los israelitas mesiánicos, todos los creyentes se convierten en israelitas, desde el punto de vista físico, llenos del Ruaj, sea cual fuere su origen racial. Por lo tanto, no es necesaria la conversión, puesto que no es preciso que el israelita sea adoptado por la nación de Israel a la que, según las Escrituras, esa persona ya pertenece, sea por nacimiento o por haber sido injertada. El Israel mesiánico cree que Yahshúa hizo posible que todos fuésemos Israel, con el propósito de evitar las decisiones y resoluciones transmitidas por el hombre y por comités creados también por el hombre, en cuanto a quién es y quién no es judío. El Israel mesiánico considera todo el proceso de conversión de efraimitas y de los que no son israelitas al judaísmo mesiánico como un argumento lamentable, representado por aquellos que Israel tiene dos familias escogidas. Por lo tanto no es necesaria la conversión, sencillamente transferir a un creyente de un lado de la familia a otro, no de una fe a otra. Además, el Israel mesiánico considera las conversiones como una costumbre hereje, diseñada con el fin de abaratar la gracia de Yahwéh, que acepta a las personas tal y como son, donde se encuentran, y las coloca en la Comunidad misma de Israel. Por lo tanto, el Israel mesiánico considera las conversiones como peligrosas y como un ataque directo en contra de la soberanía divina.
La Circuncisión o Brit Milah
El judaísmo mesiánico respeta las diferentes versiones de Hechos 15 y el Consejo de Jerusalén. En general, se enseña a los que no son judíos que no es preciso que se circunciden a menos que se conviertan al judaísmo mesiánico por medio de un hombre nombrado por el Bet Din. A los “gentiles” se les enseña que en la mayoría de los casos ya han sido circuncidados en el hospital e incluso aunque no sea así no necesitan circuncidarse.
El judaísmo mesiánico permite a aquellos que no están circuncidados en la carne participar en el Seder de pascua judío. La Toráh enseña en Éxodo 12:48 que a los que no han sido circuncidados no se les permite participan en la Pascua.
El Israel mesiánico considera a todos los miembros del Olivo como israelitas nacidos de nuevo y, por lo tanto, todos los padres que son creyentes deben de circuncidar a sus hijos el octavo día después de su nacimiento, de acuerdo con el pacto de Abraham, tal y como se dice en Bereshit 17. Puesto que la Toráh manda que el 8vo día se circuncide a los niños, depende de los padres que son creyentes el supervisar un Brit Milah bíblico para su pequeño. Los padres son responsables ante Yahwéh de hacer que esto se lleve a cabo en su hijo el octavo día después de su nacimiento.
El Israel mesiánico no acepta la circuncisión del hospital al nacer como parte del cumplimiento legítimo del requisito de que los padres lleven a cabo el Brit Milah en sus hijos que son israelitas mesiánicos. Todas las familias israelitas mesiánicas que tienen un hijo recién nacido, debieran hacer que se lleve a cabo la Brit Milah al octavo día, de acuerdo con lo que manda la Toráh en Bereshit 17. Sin embargo, reconocemos que la circuncisión entre las naciones que no son judías se ha vuelto algo corriente en el siglo XX. Sentimos que esto ha sido por la Dirección del Ruaj HaKodesh en preparar al remanente para la plenitud de las naciones (Efraín) a fin de reconocer su postura en la Torah como descendientes de Israel. Siendo este el caso, concedemos la gracia del Evangelio a aquellos varones que ya estaban circuncidados en el hospital y no exigimos que sean nuevamente circuncidados o que se sometan a una ceremonia Hatafas Dahm (sacar sangre del lugar de la primera circuncisión realizada en el hospital en los adultos).
En lo que se refiere a los hombres no circuncidados, que han tomado conciencia de su herencia israelita, por medio de la revelación del Ruaj HaKodesh, sería bíblico que un varón adulto se hiciese circuncidar al octavo día, siguiendo la revelación de su herencia. Esto se aplicaría a cualquier creyente que, aunque sea salvo, no ha sido conocedor de la sangre israelita o su lugar en Ias Dos Casas de Israel. Tenemos el ejemplo de Timoteo, que era descendiente de la Tribu de Judáh, por parte de su madre, que hizo que le circuncidasen cuando era ya mayor. Toda una generación de Israel, los que habían nacido en el desierto, permanecieron sin circuncidar hasta mas adelante en la vida, pero cuando llegó el momento de entrar en la Tierra Prometida, todos se circuncidaron (Josué 5:2-8). El Movimiento del Israel Mesiánico está actualmente pasando a nuestra Tierra Prometida, desde el punto de vista espiritual, de modo que ha llegado el momento de que todos nuestros hombres adultos hayan sido circuncidados como es debido, a fin de poder participar en la Pesaj del Maestro. El Israel Mesiánico no cree que el acto de la circuncisión tenga ningún efecto sobre el proceso de la salvación. La circuncisión es un requisito para los que descienden de Abraham, pero el que no hayan sido circuncidados no impide que seamos salvos. El Israel mesiánico considera las advertencias y prohibiciones del Rav Shaul (Pablo) en contra de la circuncisión, no como si prohibiese la señal del Pacto Abrahámico, sino mas bien como si prohibiese a los efrainitas y a los que no son israelitas forman parte de “la circuncisión” o convertirse o hacerse judíos. Por lo tanto, los muchos versículos que prohíben la circuncisión (en Gálut Yah) son una advertencia para que no equiparen la conversión al judaísmo (es decir, hacerse judío o unirse a la circuncisión) como si tuviesen alguna relación con la salvación. Todos los descendientes varones de los padres creyentes deben ser circuncidados como simiente de Abraham, y todos los hombres adultos debieran considerar muy en serio la Brit Milah al octavo día después que han reconocido su verdadera herencia israelita.
Bar y Bat Mitzvah
El judaísmo mesiánico considera estas prácticas como mitzvot y las considera iguales a los mandamientos de las Escrituras, considerando el cumplimiento de todas ellas como de igual validez para los judíos y los conversos.
El Israel mesiánico considera estas prácticas como añadiduras tradicionales al judaísmo y como estrictamente opcionales y no obligatorias para los israelitas de ninguna manera.
Halajah (Cómo Caminar)
El judaísmo mesiánico respeta la halajah rabínica tradicional y con frecuencia opta por someterse a ella. La obediencia a la halajah tradicional rabínica varía de congregación a congregación. En general, el judaísmo mesiánico pretende ser reconocido y establecido como la cuarta rama del judaísmo después del judaísmo ortodoxo, conservador y reformado. Esto solo se puede conseguir por medio de la aceptación de los dirigentes mesiánicos judíos, de una gran parte de las enseñanzas y directrices de la enseñanza halajica rabínica tradicional.
El Israel mesiánico considera la halajah rabínica tradicional como peligrosa en muchos casos y considera solo a Yahshúa como “El Camino” y, por lo tanto, Solo El es la halajah y, por lo tanto, solo El es la halajah. El Israel Mesiánico considera las normas rabínicas tradicionales con interés, para usarlas con sabiduría y visión, pero no como doctrina práctica que debe aplicarse a la vida.
El Cumplir las Normas del Kashrut-Kosher
El judaísmo mesiánico sigue en general todo el kashrut bíblico, como pueda ser el evitar comer cerdo y mariscos. Algunos segmentos siguen la halaja rabínica de la separación de la leche y la carne. Este segmento usa diferentes cazuelas y sartenes para la carne y otros para los productos lácteos, no mezclando nunca los dos, pero es un segmento minoritario.
En general, el Israel mesiánico sigue todo el kashrut bíblico, como es el evitar comer cerdo y mariscos, pero la mayoría de los segmentos no sigue la separación entre la leche y la carne y el uso de diferentes cazos y sartenes, son pocos los que lo hacen.
Invertir la Teología del Reemplazamiento
El judaísmo mesiánico cree que el creyente “gentil” es una figura de la Casa de Israel (10) tribus y no el remanente físico y de las diez tribus mismas. Prolifera el engañoso y peligroso entendimiento de la llamada “iglesia” como el “Efraín del Ruaj” o el “Efraín espiritual” participando, de este modo, en la teología del reemplazamiento a la inversa. La teología del reemplazamiento a la inversa es sustituir una entidad espiritual, ideada por el hombre, llamada “la iglesia” por la reunificación, rescate y redención del remanente físico de la Casa de Israel (Efraín). De modo que al mismo tiempo que odian, con toda la razón, las costumbres de la teología del reemplazamiento de “la iglesia”, en el sentido de usar a la “iglesia” para reemplazar a los judíos como el “Nuevo Israel” la mayor parte del judaísmo mesiánico parece no tener problema alguno con usar a la misma “iglesia” para reemplazar a la Casa física de Yosef. La casa de Yosef es tan semítica, desde el punto de vista biológico, como lo es el pueblo judío y, por ello, lamentable y trágicamente el judaísmo mesiánico practica con frecuencia, con gran ignorancia, el antisemitismo por medio de la teología del reemplazamiento a la inversa.
El Israel mesiánico no participa en ninguna clase de teología del reemplazamiento, incluyendo el mantenerse alejado de la misma. Al proclamar que las dos Casas físicas de Israel están siendo restauradas por medio del Mashiaj Yahshúa, ninguna de las dos casas es dejada de lado o reemplazada por la otra ni por un tercer partido o entidad exterior, creada por el hombre, llamada “la iglesia”. No se usa a la “iglesia” para reemplazar a una de las dos casas en los planes eternos de Yahwéh y, por ello, los tres partidos que componen el Israel del Nuevo Pacto prosperan, sobreviven y viven juntos como hermanos en el Israel mas amplio. Judáh, Efraín y Gerim (los extranjeros) viven todos en unidad como seres físicos, llenos del Ruaj, unidos por las cuerdas del amor de Yahshúa, como una sola unidad conocida como Su cuerpo, la ekklessia o la Comunidad de Israel. Todas las formas de la teología del reemplazamiento son totalmente rechazadas como antisemíticas, incluyendo a la teología del reemplazamiento a la inversa, como se practica con frecuencia en otras formas del mesianismo.
La Deidad de Yahshúa
El judaísmo mesiánico (el movimiento moderno) fue establecido sobre una fuerte base, por hombres que se aferraban con fuerza a la absoluta deidad del Mashiaj Yahshúa. El liderazgo se hallaba y sigue estando cien por cien dedicado a enseñar Su deidad. Con todo y con eso, durante los últimos años se ha hallado una extensa apostasía en sus filas, cuando literalmente montones de adherentes judíos mesiánicos, así como numerosos rabinos, se han vuelto apóstatas, negando esta verdad de vital importancia sobre la cual se establecieron todas las principales organizaciones judío mesiánicas. Como dijo hace poco uno de sus principales dirigentes “esa (herejía) está destruyendo al movimiento”.
El Israel mesiánico requiere que cualquier congregación o dirigente israelita mesiánico haga una confesión total y completa de la deidad de Yahshúa antes de ser aceptado y reconocido en el Israel mesiánico. Se ha negado la membresía a varios dirigentes y ministerios debido a que su postura no es bíblica respecto a la deidad de Yahshúa. La deidad de Yahshúa es el fundamento mismo del evangelio, que el Israel mesiánico no puede comprometer. El Israel mesiánico intenta eliminar a aquellos que se aferran a ese punto de vista, antes de que infiltren esta odiosa doctrina en sus filas.
Las Mujeres en el Ministerio
El judaísmo mesiánico no promociona activamente ni anima a las mujeres en el ministerio con sus cinco aspectos diferentes ni permite o promociona activamente que las mujeres participen en estos cinco ministerios.
El Israel mesiánico anima y permite activamente a las mujeres participar en estos cinco ministerios diferentes.
Publicaciones
El judaísmo mesiánico usa la revista Messianic Times, publicada trimestralmente, para promocionar el programa de la casa única. Aunque se publica de manera independiente, el periódico es básicamente el portavoz de la MJAA y la UMJC, incluyendo recibir sus fondos de estas dos organizaciones y sus afiliados. Recientemente han prohibido todas las listas de las congregaciones del Israel Mesiánico y a sus anunciantes por causa de ultimatums pronunciados por la MJAA y la UMJC. El periódico se ha convertido en el Times mesiánico para toda la comunidad mesiánica. El editor expresó hace poco la terrible opinión de que los que no son judíos o efrainitas debían marcharse o apartarse de las congregaciones mesiánicas judías.
El Israel Mesiánico publica cada dos meses el Messianic Israel Herald, donde todos los anunciantes mesiánicos son bienvenidos y donde todos los que aman a Yahshúa y desean ser parte del movimiento mesiánico pueden hacerlo, sin restricción ni condición alguna.
Por Moshe Joseph Koniuchowsky
Traducido por Diego Ascunce.
Todos los versos citados son de la Traducción Kadosh Israelita
Mesiánica© de Diego Ascunce.
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Shalom Ubrajah
Lo veo verdadero creo que es así muy lindo el comentario ojala las congregaciones entiendan que no es como eyos piensan todos dicen cuando cristo venga x mi iglecia y no es así todos piensan que isrrael tiene que convertirse. A el evangelio grecorromano y no es así romanos 11 es bien claro yo ASE muy poquito empecé a estudiar de apoco sobre el mesianismo a viendo sido predicador evangélico protestante.pero reconozco que estaba errado que predicaba un Jesús griego y muchas cosas mas ASE 2000 años nos avían cambiado la salvación x adoración osea idolatría es hora de despertar bendiciones
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